martes, 28 de junio de 2011

Triangulos Amorosos: A Quien Amo...Ama Alguien Mas.


En El Amor Siempre Sale Alguien Lastimado

Bueno...¿cuantos no hemos escuchado esa historia? Incluso vivido... la triste parte donde tu estas enamordo de alguien, muchas veces tu mejor amigo, pero resulta que esa persona ni siquiera te ha considerado para darte su corazón.

Hemos leido y visto muchas historias sobre amor y  en ellos, el triangulo amoroso debe coexistir para agregar un toque a la historia, el clasico  ¿Con quien se quedara?. Es decir, la historia esta llena de triangulos amorosos y son, los escritores, aquellos a los que mas les gusta agregar esto a las tramas mi pregunta es, despues de que la eleccion es tomada y la pareja destinado se queda junta...

¿Que paso con el tercero?

¿Es justo usarlo y dejarlo al olvido con solo una posibilidad de ser feliz?

Esas son las preguntas que lanzo hoy, venga, cuantemente de algun libro o historia que hayan leido donde existia esta complicada relacion y que los dejo marcados... ¿Ustedes creen que es justo que siempre quede uno, sin amor?

¿Podemos decir: Ya me toque ser la tercera... y no me gusto.?

viernes, 10 de junio de 2011

Himno a Grecia por Lord Byron



Cícladas islas, islas de la Grecia,

que el mar Egeo con sus ondas baña,
donde surgiera la materna Delos,
cuna de Apolo.

La ardiente Safo, del amor maestra,
aquí pulsó la septicorde lira;
aquí de Alceo resonó el divino,
plácido canto.

De vuestros campos en la verde alfombra
manto de flores primavera tiende;
aún lanza Febo sobre nuestros campos
vívido rayo.

Todo se eclipsa menos vuestra gloria;
el bronce muere y se deshace el mármol;
mas qeda el nombre del varón guerrero,
prole de Marte.

Queda de Lesbos la armoniosa lira,
la voz sublime del Esmírneo ciego,
la del Teyo donairoso anciano
cítara blanda.

Allende el Ponto, cuyas iras doman
del vago viento en las veloces alas,
de donde nace, adonde muere el día,
vuelan sus cantos.

Desde la cima del erguido monte
de Maratón descubriréis el llano,
y allá..., más lejos..., el hichado golfo
de Salamina.

En otro tiempo, sobre aquella roca
un rey de reyes contempló altanero
el hondo mar que ante sus pies hervía
lleno de naves.

Las ondas cubren innumerable armada;
llena los campos multitud guerrera;
hombres sin cuento, de su voz pendientes,
callan atónitos.

Contólos Jerjes al nacer la aurora,
contólos luego al expirar la tarde:
millones eran al rayar el día,
ni uno a la noche.

¿Dónde los fuertes, los guerreros dónde,
que amenazaban dominar la tierra?
El eco sólo responderle pudo
ronco gimiendo.

¿Dónde hoy, ¡oh, patria!, tus preclaros hijos
armipotentes en la lid sañuda?
¿Por qué no suena en las tendidas playas
grito de guerra?

Yace en el polvo la olvidada lira
y ya no late el corazón robusto.
¿Cuándo de gloria y libertad el himno
libre resuena?

¡Ay! ¿Qué me resta en mi dolor inmenso?
Llanto y vergüenza por la patria esclava;
bañad en lloro las que a Grecia oprimen
duras cadenas.

¡Ah, ni vergüenza en vuestra faz, ni lloro!
Descubre, ¡oh, tierra!, tu profundo seno,
y tres siquier de los trescientos brota...
Tres espartanos.

Como el fragor de los torrentes, zumba
el de las sombras vigoroso grito:
"Alzad vosotros la dormida frente
uno tan sólo".

Todos calláis. Nuevos cantares suenan;
llenad las copas de espumante vino;
bélicos himnos al feroz entone
tártaro errante.

¿En vuestra afrenta dormiréis tenaces?
¿Por qué no suena el belicoso canto?
¿Por qué no emprende la falamge altiva
pírrica danza?

Para fijar el pensamiento alado,
Cadmo inventó los personales signos;
de los argivos conserváis las letras,
no sus hazañas.

Llenad las copas de espumante néctar,
bebed de Samos el ardiente vino
que Anacreonte celebrara un día
plácidamente.

Cantó Anacreón el amor y el vino,
cual del tirano Policrates siervo;
mas era heleno Policrates: cuna
diérale Samos.

¡Del Quersoneso vengador tirano,
rompe los lazos que nos ligan hora!
¡Cargue tus brazos la pesada lanza,
fuerte Milcíades!

Llenad las copas de espumante vino;
allá en las rocas de la antigua Suli
quedan los restos de potente raza,
siempre guerrera.

Quizá hallaremos entre aquellos bravos
quien nos conduzca a la tremenda liza,
y tinto en sangre el fulminante hierro
lleve al combate.

No de los francos esperéis ayuda,
que reyes tienen de venales almas;
libres os hagan, para siempre libres,
vuestros aceros.

Llenad las copas de espumante vino;
vírgenes dancen en la selva umbría;
yo admiro el brillo de sus negros ojos,
nido de amores.

Mas, ¡ay!, ¿será que tan hermosos pechos
deban un día amanecer cautivos?
¿Será que ciña tan hermosos brazos
férrea cadena?

Conducidme a los marmoles de Sunio,
donde acompañen mi gemir las ondas;
yo entonces, cual moribundo cisne,
canto suave.

Nunca esta tierra habitarán esclavos;
arme las diestras el fulmíneo acero;
caiga en pedazos, de espumante vino,
rota la copa.

De: Lord Byron

jueves, 9 de junio de 2011

Sal con una chica que lee (Por Rosemary Urquico)

Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.


Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace.

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo.

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.
Fuente: Elmalpensante.com

domingo, 5 de junio de 2011

Lectores Anonimos


Hola a Todos, Soy Arthemisa vivo en Veracruz, Mexico...Y soy una adicta a los libros

Bien, como sabran mi gusto por la lectura empezo desde muy temprano, primero leyendo las historia cortas que aparecian en mis libros de la escuela y pronto, descubriendo el libro de Aura de Carlos Fuentes... Mi mas reciente libro es Eon de Goodman Alison....esta semana he leido 7 libros en total.

Asi que, siendo tan avida lectora  me sorprendi cuando lei esto:

Ya no es apreciación subjetiva sino hecho científicamente demostrado: al mexicano no le interesan los libros.
Las estadísticas avasallan. Demuestran con alevosía y ventaja, sin mostrar forma alguna de clemencia ni resquicio para el anhelado error metodológico, que al mexicano (el 99.99 por ciento) no le gusta leer. Es más, no sólo no le gusta leer, no le gustan los libros ni siquiera en calidad de cosa, ni para no leerlos ni para nada, vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata.

Otras estadísticas que provienen de la OCDE y la Unesco. Su estudio “Hábitos de lectura” le otorga a México el sitial 107 en una lista de 108 países estudiados (el país que se ganó el lugar 108 ni siquiera se menciona porque se derritió en el ínterin). Según esos estudios, el mexicano promedio lee 2.8 libros al año. Hay sólo una biblioteca pública por cada quince mil habitantes. El cuarenta por ciento de los mexicanos nunca ha entrado, ni por error, a una librería. Existe una librería por cada doscientos mil habitantes. En todo el país hay solamente seiscientas librerías… Es obvio que las cifras están equivocadas. ¿De veras creen que en México hay una biblioteca pública por cada quince mil habitantes?

Bueno,... simplemente no puedo creerlo. Siendo yo mexicana ¿Como acepto la idea de que no hay lectores en México?

Asi que esta entrada es para hacer un llamado a  todos los mexicanos que se pasen por este Blog, para decir: "Soy adicto a los libros"  y el llamado es incluso para cualquier lector que este dispuesto a decir su declaracion.
Cuentenos su primer libro, la edad en que comenzaron y cual es su ultimo libro. Tambien relatenos en dos parrafos cual es su libro favorito y por que, asi como la razon por la que aman leer.

El mejor sera el lector del mes y su historia sera publicada al lado de su foto (opcional).

Para participar dejen su comentario con su nombre, edad, ciudad, país de origen y correo; asi como su historia para que podamos seleccionar al ganador.

¡Demostremos que en México la lectura no muere!


Fuente: Letras Libres