La pregunta que comienzo a odiar...
Como dije hace un
tiempo y quizá no recuerden, a principios de Diciembre fui a visitar a mi
abuela por el cumpleaños de una tía, gran fiesta; pero el asunto se me
desmantelo un poco cuando antes de empezar, una de mis primas anuncio la feliz
noticia de que estaba embarazada... ¡Bravo!.
El problema para mi es que
con ella, son tres las mujeres embarazadas a mi alrededor, las otras son dos de
mis mejores amigas y aunque la idea me emociona, solo me hace gruñir
internamente en algunas cuestiones. No es porque mis dos mejores amiga ya no pueden
salir (al menos no en un futuro inmediato) a tomar copas como antes; no, el
asunto tiene algo de índole más personal para mí como ya les he comentado a ellas, algo que toda mujer tiene que pasar
conforme va creciendo, sobre todo cuando todas sus amigas y conocidas empiezan
a formar una familia.
Me refiero a esa pregunta
que todas hemos escuchado al menos una vez después de cumplir los dieciocho y
que se va haciendo más frecuente en bodas, Baby showers y reuniones familiares;
una pregunta que genera infinidad de reacciones, desde la burla silenciosa
hasta la más humillante lástima que casi pareciera que planean buscar el telar más
cercano para ponerte a vestir santos (expresión que nunca he entendido del
todo).
“¿Y
tú para cuando?”
Por supuesto, quizá ustedes
hayan escuchado una variedad de esta pregunta pero el sentido es el mismo:
indagar sobre tu vida sentimental o la carencia de esta. Y no mencionemos el
sermón que continua, sobre el hecho de hacerse mayor o como luego dicen: “Quedarse
atrás” ¿Atrás? ¿Atrás de quien? Que yo
sepa esto no es una carrera o de ser así, deberían saber que antes de conseguir
hacerme correr, me harían comer algo repugnante.
Lo triste del asunto es
que rara vez se cómo responder de manera educada, termino dando evasivas o
simplemente encogiéndome de hombros mientras sonrío con los dientes apretados, tratando de recordarme que a nadie le debo explicaciones de mi vida.
Seguro, responder sarcásticamente o incluso groseramente es una tentación y la
vía más rápida para que me dejen tranquila pero de alguna forma, creo que
acudir a ello es darles el gusto de verte descolocada.
Y al menos a mí, aun no me
afecta mi soltería que pronóstico más larga y duradera de lo que ellos esperan porque
aquí el secreto: Es elección propia.
Vivo desde una perspectiva
donde aunque hacer una familia sería increíble, por ahora me considero
plenamente egocéntrica y quiero dedicarme a los planes que tengo decidido
cumplir y para ellos, crear una familia estaría de más; claro, si conociera al
hombre indicado quizá (¡Quizás!) decida agregarlo al plan pero sin dejar de ir
por ello pero para eso, necesitaría a un hombre ambicioso e independiente como
yo y de ser así, probablemente pasaríamos uno al lado del otro sin mirarnos si
quiera.
Que trágico ¿No? Pero esta
por demás decir que, si llegase a dar ese paso, quisiera darlo bien, no pido
una historia de libro o de película de comedia romántica pero si me gustaría algo
más que hacerlo solo para “no quedarme atrás” (Esto lo digo solo para mencionar
que no soy una sin corazón, que lo tengo).
Me imagino que para los
hombres debe ser más fácil, nadie los presiona con esa pregunta a menos que
tenga una novia y todo mundo quiera verlos pasar por el altar pero nosotras las
féminas tenemos que apretar dientes y sonreír de vez en cuando mientras nuestros
familiares, conocidos y amigos nos acribillan una y otra vez con esa pregunta
para después actuar como si caminaran alrededor de una tumba o algo por el
estilo. Hilarante cuando decides tomarlo por el camino positivo, hasta que
alguien te hace la pregunta de si la razón por la que no te has casado es
porque eres homosexual. Sí, claro… como si ser
soltera después de los 20 significara que estás en el closet y esperando por
salir; gente, algo de crédito por favor, consideren que somos personas
independientes que se toman las cosas con calma y quieren vivir plácidamente
antes de hundirse en la responsabilidad de criar hijos, ustedes lo han tenido,
deben saber que no es fácil.
Ya me fui por las ramas otra
vez ¿no?
La verdad, solo quería
tocar el tema porque en los últimos días, con tres mujeres a mi alrededor esperando por el milagro de la vida, me he dado de bruces con esta pregunta con
tanta frecuencia que comienzo a tener un moretón en la frente mientras una reticencia
por ir a bodas, baby showers y reuniones familiares comienza a nacer en mi pero
quiero decir, no es el fin del mundo. Si vives algo parecido y estas desesperándote,
no lo hagas, la vida es increíble y bien dicen que mejor sola que mal
acompañada.
Lo cierto es que para mí,
estar sola nunca ha sido un problema real y ahora tengo preocupaciones más
grandes que la idea de no estar camino al altar o con un novio trofeo al lado y
niños correteando a mí alrededor. Lo único que me sorprende de todo este asunto
es el hecho de que, con el siglo XXI tan avanzado, la gente siga actuando tan a
la vieja época cuando se trata de casar a las mujeres ¿No se supone que vivimos
una época donde la mujer es independiente y decide el momento así como el lugar
para dar ese paso?
En fin…les mando un beso a
todos…
¡Que tengan buenas lunas!
M.A. D'Sharie
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