miércoles, 11 de agosto de 2010

Mentor y Pupila: Una Clase Reveladora.




De repente ya no quería escucharlo. Sus palabras, necesarias para mi aprendizaje, eran chocantes por el simple hecho de venir de el. Demasiado banal de mi parte.

Estaba furiosa, peor, estaba triste, porque cuando logre sobresalir por un segundo ante sus ojos, la acción incorrecta y pase del cielo al suelo ante el. Y no me volvía a dirigir la palabra o mirarme.

Ya no quería tenerlo delante de mi, enseñándome.

Mi compañera de estudios dijo algo, una pregunta casual que provoco que todos rieran. Incluido el. Pasando del estricto mentor a una persona normal en un momento, hasta que sus ojos se cruzaron de nuevo con los míos antes de huir de nuevo de mi mirada. Llamo al orden y siguió explicando el método de extracción de poder de otro ser.

Fue cuando me di cuenta.

La furia, la tristeza...e incluso el pinchazo de celos que sentí por un segundo, evolucionaron en pánico; a duras penas logre conservar mi expresión estoica y concentrada en una clase de la que no escuchaba una sola palabra.
Era como si algún espíritu de los cielos, esos de los que hacíamos mesas redondas para estudiarlos, se hubiera materializado a mi lado y susurrado en mi oído que dentro de quince minutos caería muerta. Si, con eso se podía comparar seguramente... pero no era mi muerte lo que había susurrado ese espíritu  y no fue un agente externo quien me dio la verdad.

Fue mi propia alma.

Su verdad me asusto. Porque me dijo que aquí mientras él quien deseaba, desapareciera explicaba sobre fuerzas vitales y formas de conducción de poder, me estaba robando el corazón.

Yo estaba enamorándome. De mi mentor.

Era por eso que deseaba tanto obtener su aprobación, era por eso que quería sobresalir entre los cinco aprendices que tenía bajo su cargo.
Era por eso que esperaba ansiosa en mi habitación para el momento de poder ir a verle y escuchar sus enseñanzas.
Era por eso que devoraba con ansias los libros que recomendaba y buscaba cualquier momento para conversar —A solas con el e intentar que sus ojos se fijaran en mi.

Nunca había sido una persona curiosa o que le interesara aprender y  me estaba convirtiendo en eso, por tener un motivo para conversar con ese hombre que a mi ojos eran tan perfecto.

Descubrir esa idea hizo que mi ser se desmoronara y mi universo cambiara

"Eso es todo por hoy, chicos, nos vemos mañana" dijo y su voz me saco de mi ensoñación al tiempo que mi corazón latía ante sus voz y mis ojos lo buscaban para tener un ultimo vistazo con la esperanza de que sus ojos me miraran.

Oh, si. Estaba perdida.

Porque no había nada  pudiera enseñarme que hiciera que me amara.





A. M. D'Sharie



 
 
Espero les guste. Un pequeño escrito de mi autoría que quería compartir con ustedes

¡Tengan Buenas Lunas!

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